La verdad incómoda sobre bebidas edulcoradas

No caigas en la trampa del marketing: las bebidas edulcoradas tal vez no son mejores que las bebidas azucaradas.
La verdad incómoda sobre bebidas edulcoradas
Las bebidas azucaradas son, sin duda, una de las principales causas de la creciente epidemia de obesidad: los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades afirman que más de la mitad de los estadounidenses toman una bebida azucarada, definida como una bebida con un 5% o más de azúcar, todos los días.
¿Qué tan malo es eso para la salud? Una lata estándar de Coca-Cola contiene la friolera de 33 gramos de azúcar. La Asociación Americana del Corazón recomienda que los hombres sólo consuman 36 gramos de azúcar añadido al día, y las mujeres 25 gramos. Así que ese «capricho» te sitúa por encima o muy cerca de ese umbral. Si a esto le añadimos que las salsas, los aderezos para ensaladas e incluso las bebidas para deportistas tienen aún más azúcar añadido, estaremos ingiriendo 200 calorías sólo de azúcar cada día.
Primeros estudios sobre bebidas edulcoradas
Se creía que las bebidas endulzadas artificialmente -aquellas endulzadas con Splenda y otros edulcorantes no nutritivos- eran una alternativa saludable a esas bombas de azúcar, pero una nueva investigación publicada en el Journal of the American College of Cardiology ha descubierto que no es así.
Para el estudio, se examinó la información sanitaria de más de 100.000 personas para determinar cuántas bebidas azucaradas y edulcoradas artificialmente consumían al día. Durante varias sesiones de seguimiento, se preguntó a los participantes si habían sufrido algún episodio cardiovascular, definido como ictus, ataque isquémico transitorio, infarto de miocardio, síndrome coronario agudo y angioplastia.
Resultados curiosos
Tanto los que tomaban bebidas azucaradas como los que tenían edulcorantes artificiales tenían una probabilidad mucho mayor de padecer afecciones cardíacas que las personas que no consumían ninguna de las dos cosas.
«Nuestro estudio sugiere que las bebidas endulzadas artificialmente pueden no ser un sustituto saludable de las bebidas azucaradas, y estos datos proporcionan argumentos adicionales para alimentar el debate actual sobre los impuestos, el etiquetado y la regulación de las bebidas azucaradas y las bebidas endulzadas artificialmente», dijo en un comunicado Eloi Chazelas, estudiante de doctorado, autor principal del estudio y miembro del Equipo de Investigación de Epidemiología Nutricional.